martes, 11 de marzo de 2008

Yo dudaba en aquel tiempo de la eficacia de Surveillance.
El primer conocimiento que tuve acerca de ellos fue en nuestra guía de instrucciones. Cada vez que pasaba algo, había que notificar a Security y a Surveillance. A mí se me hacía que se trataba de tipos mirando una pantallita, comiendo una hamburguesa, derramando la lechuga y la mayonesa en la camisa.
Cada vez que se hablaba de ellos, se apuntaba al cielo dos veces con el dedo índice. El comentario de Charlie: “Uuh, the big brother”, usando ese uh alargado como modo de legitimación, de adaptación del cerebro de los empleados a las normas del control y observación absoluta de todos nuestros movimientos, así como Kathy dijo: “Uuh, the Cage”, y nosotros comenzamos a trabajar en una jaula. No comprendí; pero ahora sí, ahora lo veo como una explicación para niños o para tontos.
El día que apuñalaron a Suzzy Q tomamos verdaderas dimensiones sobre el alcance del ojo de Serveillance. Yo estaba con Mirlande en High Rollers, ella de handpay y yo de regular cashier. Yo me perdía de las vueltas que dabab las máquinas cuando una vieja apretaba el botón y perdía veinte dólares en pocos segundos. Al rato se le acababa el dinero en la maquina y colocaba otro billete de cien, que le duraba menos de un minuto. Todo esto, mientras hablaba con un security.
Llega Patti y desde el otro lado de los barrotes me pide que marque el interno 3172. A su lado, estaba Suzzy Q tomándose la cintura con una mano. Le paso.
“Hi, mike, its Patti… yeah…ok, I see… -a Suzzy Q: -was the man aware of it?”
“Yes” dice Suzzy Q con esa voz de lagartija agonizante “When he realized, he sad ‘oh, I’m sorry’”
“Yes, he was aware –sigue Patti su diálogo con Mike –ok, yeah… -a Suzzy Q: -did you go to the paramedics?”
“Yes, they said no tissues were seriously harm”
“Yes, she went to the paramedics –patti a mike –thanks, yeah, thanks”
Patti me pasa el teléfono por entre los barrotes y me pide que cuelgue.
Mirlande hablaba con Suzzy Q mientras yo atendía a mi costumer. Este no era la primera vez que venía a que le pague tickets de doscientos cincuenta dólares, cien, ciento cincuenta, cada media hora más o menos. Era un tipo sentado en una máquina de video-pocker, que en High Rollers, cada vez que se pide cartas hay que poner veinticinco dólares. Lo estue observando largo rato a este tipo que venía tan seguido, se llebaba los billetes de cien y me decía “Thank you my friend”. No dejaba un billete de propina. No importaba, sabía que cuando se fuera, me iba a venir a dar hasta cincuenta dólares por haberme roto las bolas toda la tarde y yo como un boludo le puse mi mejor perfil con sonrisa. Estaba con otro más, que era el que apretaba el botón, pero los dos en definitiva decidían si retirarse o seguir apostando. A las siete de la tarde, Patti fue a comentarle que se estaba rifando una harley, que tenía que llenar un cupón que ellos le daban (que no tenía que ir al Players Club, como cualquier jugador), pero este hombre y su acompañante no se habían dado cuenta y habían perdido todo el gran dinero que yo les había dado en cada ticket. Les habré pagado hasta nueve mil dólares a esa sola persona y ninguno era un jackpot, ni pasaba los cuatrocientos dólares. Se lo había jugado todo, estaba muy enojado y no quería saber más nada con este casino. Patti trataba de tranquilizarlo, de hablarle sobre la harley, que quizá le interesara. Pero el hombre se levantó con su acompañante y le entregó la tarjeta del Players Club a Patti en la mano y se marchó.
Mirlande ahora hablaba con Sade. Suzzy Q se había retirado a la casa. Pregunto qué fue lo que sucedió.“A guy stabbed Suzzy Q accidentally. He had a knife on his pockets and went down to collect a coin and stabbed Suzzy Q when she was walking around. But no tissue was seriously damaged” y remata: “But you know what, Surveillance notified. They saw when the guy stabbed Suzzy Q and the call patty immediately. So if Surveillance can se a smooth stab, they can see anything

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